La corrupción multicolor suena mejor

Por la calle todos oyen gritar que el territorio nacional esta “resguardado” y “cuidado” por el “héroe” de multitudes, “el defensor de toda la comunidad”, “el hombre que pelea con los felones”, sin embargo, a aquel hombre se le ha olvidado algo muy importante: quizá nunca se ha preguntado ¿de hecho quienes son los malvados felones?.
Después de ponerme a pensar un poco me di cuenta rápido que el problema no era tan complicado y sin embargo me duele la cabeza de meditar para hallar una salida, una fuga de ideas que me regrese la paz a mi mente. Todo lo que veo al derredor de mi es un teatro, la obra cotidiana, nuestra vida misma parece a veces que resulta un poco fingida y en momentos ficticia: es totalmente real, todos buscan el “poder”, esa pequeña palabra que contiene tres consonantes y dos vocales simbólicamente comprende todo un universo de posibilidades y quien lo posee es “casi” invencible.

Resulta difícil encontrar algún país en el que se otorgue una bolsa de recursos públicos para el ganador de las elecciones, como si se tratase de la herencia del príncipe que va al trono, resulta prácticamente imposible ubicar, aun entre las naciones más poderosas, que se destine una partida especial para que una élite militar cuide al presidente electo, no obstante vivimos en este hermoso y contradictorio país, territorio nacional ante un mundo: México.

El periodo de transición de Barack Obama en Estados Unidos fue de dos meses y 16 días. Los fondos públicos vigilados por el Congreso fueron de alrededor de 5 millones de dólares y no viajó al extranjero, a diferencia de Felipe Calderón.

En México, dos años antes, el Estado Mayor gastó casi por completo 20 millones de pesos —poco más de 2 millones de dólares al tipo de cambio de 2006— sólo para organizar giras, así como para cuidar las espaldas de Calderón.

¿Cuentas borrosas?

A Calderón, a su estrecho círculo de colaboradores, a los invitados especiales y a los jefes militares les prepararon frecuentemente lomo esmedragal, una de las especialidades del restaurante El Lago, en cuyas mesas lo sirven acompañado de papas al vapor, col morada y salsa de queso cotija. Este sitio lo frecuentan los industriales y los ejecutivos. La diferencia es que mientras ellos pagaron con su billetera, el Estado Mayor utilizó recursos públicos.¿tu donde comes?, ¿comes diariamente imagino?.

Vallas en el centro histórico de Morelia. Vallas alrededor del principal cuartel de guerra calderonista. Calles cercadas alrededor del hotel Sheraton en la Ciudad de México. Guardias. Casquetes cortos. Vallas que llegan casi al pecho. Vallas que llegan a la cintura. Pines en las solapas con el escudo del Estado Mayor. Escoltas de casi dos metros. Detectores de metales. Revisiones. Seguridad. Calderón entre algodones. ¿Quién cuida de ti, de tu persona, de tu familia?.

Para entonces ya te habrás preguntado muchas cosas: ¿Qué ocurre?¿que posibilidades tenemos para solucionar años de tinieblas y penumbra?¿como se llama la obra que recreamos?, Honestamente debemos de girar el lado de la dirección y producción de la obra, quedan cosas por hacer.

Pérez Salinas Ares($$oD0MWM)

~ por equipo999 en octubre 20, 2009.

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