Viaje….a mi casa (38º)

Podría solo seguir describiendo qué es lo que siento en los momentos como en el que me encuentro, ¿Dónde me encuentro? ; tu cabeza gira, todo pasa tan rápido y al mismo tiempo lento, como cuando vas en el camión y ves como todo se apresura, como le escurre el sudor al conductor; cuando miras a tu alrededor solo ves caras deformes y todas muy parecidas pero con expresiones en el rostro como plasmándote varios niveles de dolor, martirio, problemas, furia, angustia, psicosis…, manía. Caminas por un largo túnel con luces prendidas las 24 horas del día-noche, navegas por el rió de personas enmascaradas que se dirigen hasta la cueva del infinito, una masa palpitante que esta por estallar, historias sin destino para ser contadas, jamás serán contadas; subes al gran camello anaranjado que viaja por las entrañas de esta gran urbe, ahí abajo la realidad se convierte en otra, la oscuridad es el dios que reina en las profundidades, tu alma viaja tan rápido que la distancia se recorta, en este plano ¿el espacio se corta ahí abajo?; bajas en tu destino y sales de esa ciudad subterránea donde viste como habitan ciertos especimenes que podrían tener lasos evolutivos con algún animal prehistórico o simplemente han vivido dentro de ese pequeño gran mundo por miles de años, siempre han existido. Al respirar en el exterior te das cuenta de que el olor que despiden esos árboles metálicos artificiales que emanan bocanadas de danzante humo de colores aun no explorados por el hombre, te haz convertido en una especie adaptada a esa materia impura y toxica que llamas oxigeno; el deleite de esas preciosas composiciones que solo la orquesta filarmónica de trabajadores de la construcción podría interpretar, sin duda, los automóviles son parte importante de la sonata cotidiana, conoces la canción, te suena a diario. La cabeza se llana de imágenes mientras tu cuerpo inútil desposado de la mente se sostiene solo por voluntad mínima, mera costumbre de ir de pie día con día, hay tanto que ver, pero es mejor no ver nada, es mejor llenar tu mente de el cero absoluto, llevarla a donde ella quiera elevarse, imaginar la nada y esperar ahí. Camino a casa el cerebro se confunde pues ha recibido una descarga de potente suspiro de la materia inconciente, otra ves la calle comienza a tomar forma de cosas bellas y especiales, árboles bellísimos con brillo resaltante en cada una de sus ramas, perros que se retuercen de alegría, todo parece mas liviano, todo toma una forma tan ajena a mi que me gusta lo que provoca, cuando mi mente por fin bajo de el hoyo cósmico situado en la galaxia de HAstur;  creo que la temperatura ha bajado, estaba en casa. Ares Pérez Salinas ($0dOM…IIHu&C@t/)

~ por equipo999 en octubre 7, 2009.

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